Sinfonía Botánica de Aire y Tierra

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Description

Esta creación botánica es una obra viva que fusiona la ligereza de las plantas aéreas con la solidez de las suculentas, todas dispuestas sobre una base de raíz petrificada, una pieza única moldeada por el paso del tiempo bajo las corrientes marinas. La raíz petrificada, resistente a la descomposición, simboliza permanencia y resiliencia, sirviendo de ancla para las delicadas especies que la acompañan.


En este microecosistema, las Tillandsias, conocidas como plantas aéreas, se sostienen sin necesidad de suelo, absorbiendo los nutrientes directamente del aire. Sus hojas lineales y suaves contrastan con la textura aterciopelada del Kalanchoe tomentosa, que, con sus bordes oscuros y carnosos, añade volumen y presencia. El Helecho Plumoso (Asparagus setaceus), con sus frondas finamente divididas, ofrece un movimiento fluido y orgánico, evocando la esencia de las plantas primitivas que una vez poblaron la tierra. Por último, la Callisia repens, con su forma rastrera y vibrante, teje un manto verde que enriquece y equilibra la composición, aportando densidad y delicadeza en igual medida.

Especificaciones y cuidados

Luz

Todas las plantas de esta composición prosperan bajo luz indirecta brillante. Evita la exposición directa al sol, ya que puede quemar las hojas de la Tillandsia y del Kalanchoe tomentosa, afectando su estructura natural. Un espacio cercano a una ventana, con cortinas ligeras que filtren la luz, es el lugar ideal.

Riego

Tillandsias: Estas epífitas requieren un riego cuidadoso y esporádico. Si están en exterior y en un ambiente bien ventilado, basta con pulverizar ligeramente sus hojas cada 20 días, evitando mojar el centro para prevenir la pudrición. En el caso de ambientes interiores, es recomendable extraerlas cuidadosamente de la composición una vez cada tres semanas y sumergirlas en agua durante un minuto máximo, agitando suavemente para eliminar el exceso de agua antes de volver a colocarlas.

• Kalanchoe tomentosa: Esta suculenta debe regarse aproximadamente cada 20 días, asegurándose de que el sustrato se seque completamente entre riegos. Evitar el encharcamiento es clave para preservar la salud de la planta.

• Helecho Plumoso: Necesita un ambiente más húmedo. Mantén la tierra ligeramente húmeda, pero sin encharcar. Puedes rociar las hojas regularmente para recrear un entorno más húmedo, especialmente en climas secos.
 
•Callisia repens: Debe regarse de manera similar al Kalanchoe, permitiendo que el sustrato se seque completamente entre riegos para evitar la acumulación de agua que podría dañar las raíces.


Abono

• Tillandsias: Aplica un fertilizante específico para epífitas una vez al mes, diluido en agua y pulverizado directamente sobre las hojas.

• Kalanchoe tomentosa y Callisia repens: Ambas especies pueden beneficiarse de un fertilizante equilibrado y diluido durante los meses de crecimiento (primavera y verano), aplicándose cada 4-6 semanas.

Datos Curiosos

Tillandsias: Son epífitas, lo que significa que no dependen de suelo para vivir, absorbiendo nutrientes y humedad directamente del aire. Son ideales para ambientes minimalistas donde se desee un toque de naturaleza sin complicaciones.

• Kalanchoe tomentosa:
Con sus hojas cubiertas de finos vellos, esta planta es extremadamente eficiente en retener agua, lo que la hace ideal para ambientes secos. Es una de las especies más resistentes entre las suculentas, lo que la convierte en una opción segura para aquellos que buscan bajo mantenimiento.

• Helecho Plumoso:
Su apariencia delicada no refleja su resistencia. Este helecho trae consigo la memoria ancestral de las primeras plantas que colonizaron la tierra, creando un vínculo con la naturaleza primitiva y atemporal.

• Callisia repens:
Adaptable y resistente, esta planta rastrera puede prosperar en diversas condiciones, siendo un complemento perfecto para composiciones botánicas que buscan un equilibrio entre estructura y ligereza.